13 Abr
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Aunque parezca un día cualquiera, a todas las mujeres que somos MADRES nos gusta recibir un detalle de nuestros hijos, por pequeño que sea.
Una señal de agradecimiento a una labor que sólo llega a comprenderse cuando uno, además de ser hijo, se convierte en padre o madre.
El valor económico es lo de menos, lo que importa es el detalle. Pero si éste consigue llegar al corazón, será un regalo entrañable.
Ana Mª Esparza
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